¡Ah, la responsabilidad, el caballo de batalla de muchas
familias! Seguro que gritas a los cuatro vientos que quieres que tu hijo sean
feliz en la vida pero, con la boca pequeña, también deseas que sea responsable.
Es más, en el día a día si hay que elegir entre
responsabilidad y felicidad, optas por lo primero: que recoja la ropa, los
juguetes, que haga los deberes, que estudie, que se lave los dientes, etc.
Te sientes responsable de conseguir que tu hijo sea
responsable (vaya trabalenguas llevo, espero que me entiendas)
Así lo dices: quiero que sea responsable. Lo que en el fondo
muchas veces no significa exactamente esto sino más bien:
Es decir: quiero que quieras recoger la ropa, los juguetes,
que hagas los deberes, que estudies y que te laves los dientes….cuando yo te lo
diga
Y esto no es responsabilidad, es, por llamarlo de alguna
manera “obediencia final.” No sólo hay
que obedecer con la acción sino también con la voluntad
Según la RAE, una persona responsable es alguien que pone
cuidado y atención en lo que hace o decide. Así sin más: no pone nada de
estudiar ni de recoger sino que la responsabilidad es un acto de tomar decisiones
meditadas y con cuidado.
Primera lección de hoy: Llegará un momento en la vida en que
no puedas decidir por tu hijo así que lo mejor que puedes hacer es enseñarle a
tomar decisiones.
La toma de decisiones es la clave de la responsabilidad. De
hecho, ser responsable no es más que eso: aprender a pensar antes de decidir
algo, siendo ese algo el ponerse a estudiar o abandonar, eso da igual. Lo
importante es que lo haya decidido después de valorar las posibles
consecuencias.
¿Cómo enseño a mi hijo a tomar decisiones?
Imagina que la responsabilidad sobre la vida de tu hijo
consiste en un poco de agua dentro de un vaso. Cuando nace, el vaso de tu hijo
está vacío y el tuyo lleno: tú eres la responsable de toda su vida: cómo
vestirle, cuándo darle de comer (él te puede enviar señales pero eres tú la que
decide al final), cuándo cambiarle el pañal, cuándo bañarle, cuándo salir a la
calle, etc.
Toda el agua está dentro de tu vaso, es abrumador sentirte
tan responsable de la vida de una persona ¿verdad? Afortunadamente, los niños
crecen y puedes empezar a volcar parte del agua a su vaso.
Echar agua en su vaso significa que tú te quedas con menos
agua: tienes menos responsabilidad sobre su vida, esa parte de él ya no la
puedes controlar, pero hay otras muchas que sí, todavía tienes agua en tu vaso.
Es mejor si el trasvase se hace poco a poco y no de golpe.
La mejor forma de enseñarle a tomar decisiones es ¡dejándole que tome decisiones!…y que asuma las consecuencias.
Por ejemplo: M elige su ropa desde los 18 meses. El otro día
quiso ponerse calcetines con las sandalias cuando hacía bastante calor ¿qué
pasó? Pues que sudó y estaba incómodo hasta que al final se quitó los
calcetines. Al día siguiente me preguntó si hacía calor y al decirle que sí, no
volvió a coger los calcetines.
El agua de la ropa está en su vaso, no en el mío. Yo ya no
decido nada y para mí es un alivio, una preocupación menos. Bueno, decido qué
ropa le compro (y a veces ni eso, que las abuelas también van de compras XD).
Si el trasvase se hace poco a poco tu hijo puede ir
aprendiendo y experimentando con consecuencias leves. Evidentemente, no vas a
permitir que tu hijo decida beber lejía o cruzar la calle en rojo sin mirar.
¿Y si mi hijo ya es mayor? ¿Estoy a tiempo?
Si tu hijo ya es mayor tienes que pensar si lo que quieres
que haga depende de ti o no. Te adelanto la respuesta: la mayor parte de las
veces no puedes obligar a tu hijo adolescente a nada. Como ya conté en otro
post: la autoridad es algo que nos regalan.
Segunda lección de hoy: Llegará un momento en que ya no te
puedes hacer responsable de los actos de tu hijo así que lo mejor que puedes
hacer es dejar de castigarte por las consecuencias.
Cuando son mayores, el agua está en su vaso, queramos o no.
No podemos estudiar por ellos ni obligarlos a que se laven los dientes. Si
intentas que quiera hacer algo sobre lo que no tienes responsabilidad ninguna,
te vas a encontrar es chocando contra una pared.
Es más, puede incluso que tu insistencia, muchas veces hace
que tu hijo no decida nada: sólo tiene que oponerse a lo que tú le dices. Es
como si él tomara la decisión y tu sufrieras las consecuencias.
En esos momentos, lo que queda por hacer es tomar aire y asumir
que no puedes hacer nada: ya no es tu responsabilidad, es la suya. Si repite
curso, no es culpa tuya, ha sido él que no ha estudiado y es él el que va a
sufrir las consecuencias. Tú puedes ayudarlo si te lo pide pero poco más.
Equivocarse no es incompatible con ser responsable.
¿Y tu hijo/a? ¿Qué decisiones toma ya por sí mismo?
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Muy interesante el post!! pero qué difícil es cambiar el "chip",no?. saludos. Silvana
ResponderEliminarFácil no es, pero una vez que consigue, todo fluye
EliminarMi hijo elige también la ropa, pero de dos opciones que le voy (si le doy más creo que se bloquearía, aunque supongo que en un futuro no tan lejano pondré toda su ropa en el cajón que está a su altura y veré qué pasa... -ahora mismo le dejo un par de opciones en una balda baja-). También elige en muchas ocasiones lo que quiere comer (picar), desde que se ha vuelto una cotorra ya no tengo ni que pensar qué le doy, ya me lo dice él!
ResponderEliminarNosotros al principio comenzamos por darle a elegir entre dos prendas...hasta que empezó a pedir siempre una tercera. En ese momento vimos que estaba preparado para escoger él todo
EliminarLa verdad es que creo que mi hijo también está en ese momento... No siempre le agradan las dos opciones que le doy... Va a ser que ha llegado el momento de bajar su cajón!
EliminarMe ha encantado tu post, como siempre. A Mara por lo general creo que también actuamos así y la dejamos que sea ella la que tome decisiones. Sin embargo el otro día quiso ponerse las botas de agua para ir a la calle. Hacía muchísimo calor y le dijimos que mejor otra cosa porque hacía calor. Creo que hubiera sido un momento ideal para dejar que lo hubiera hecho y que se diera cuenta del calor que hacía. Me encantan tus recomendaciones <3
ResponderEliminar¡Muchas gracias! La verdad es que es muy difícil ver cómo se están equivocando y no intervenir :)
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