La verdad es que no sé muy bien si el título corresponde con lo que voy a escribir. Este post no va a darte consejos del tipo: "aprender a ver el lado bueno de cada uno" o "piensa en tres cualidades buenas de tu suegra". No, este post va de qué puedes hacer cuando alguien de tu familia (familia primaria o extensa, depende del caso) no para de meterse en tu vida, no colabora con las tareas domésticas o no para de llevarte siempre la contraria.
Los consejos que vas a leer a continuación implican un poco de teatro, de manipulación por nuestra parte. Para que te quedes con la conciencia tranquila, toda relación entre dos o más personas implica cierto grado de manipulación, así que con manipular no me refiero a lavados de cerebro ni nada por el estilo. Simplemente te digo que cambiando un poco tu conducta, puedes cambiar la de los demás.
Además, tienen un añadido, que si los pones en práctica (no todos a la vez, hay que dosificar) hasta puedes pasar un rato divertido, sobre todo si formas equipo con tu pareja, por ejemplo. El poder comentar los resultados con alguien puede llegar a ser incluso una forma de recuperar la complicidad perdida (en el caso de que se haya perdido). Un dos por uno, estamos que lo tiramos.
Cuatro consejos para cuatro situaciones conflictivas. Aunque algunos parezcan un poco raros, si se hacen bien, tienen resultados sorprendentes.