A los 20 años, mis cumpleaños molaban, siempre nos lo pasábamos bien. Juntaba grupos de gente que no se conocían entre sí y se hacían amigos en mis cumpleaños (amigos o más). Lo pasábamos bien. Claro que montar una fiesta de cumpleaños cuando tienes 20 es muy fácil: basta con ir a comprar varios cartones de vino, cocacola y unas bolsas de patatas y listo. Si te querías estirar, hasta comprabas gominolas. Luego tus amigos hacían la tarta básica, a saber: capa de galleta, capa de chocolate, capa de flanín, y vuelta a empezar. Fiesta total.
¿Y cuando era niña? Pues mis cumples también molaban. Mis padres ponían una merienda en una cafetería estratégicamente situada cerca de una plaza donde nunca hay coches y sí muchos soportales (por aquello de la lluvia). Y así echábamos la tarde, comiendo mediasnoches, mojando las patatas fritas en cocacola y jugando al escondite por los soportales.
Os cuento todo esto porque no sabía muy bien qué hacer para la primera fiesta de cumpleaños de M. No sabía si ir a casa de mis padres a celebrarlo, si no hacer nada (esto descartado casi de inmediato), si celebrarlo solos los tres o si invitar a unos amigos. ¿Adivináis cuál escogimos? ¡Pues invitar a amigos a casa, por supuesto! Eso sí, amigos con hijos de edades similares a las del homenajeado. Invitamos a 6 personas, dos niños y cuatro adultos. Nuestra casa es pequeña y no cabemos más.
Preparamos una merienda de cumpleaños típica de los 90, a saber: Tortilla, sandwiches, pan con nocilla y patatillas. Íbamos a hacer croquetas pero no tuvimos tiempo. También añadimos algo más propio de ahora como guacamole y palitos de anchoa-queso-tomatecherry. Todo esto para los adultos. Para los niños preparamos además de todo lo anterior un poco de pasta y fruta. Para beber hubo cerveza, vino, tinto de verano, aquarius y cocacola (que no puede falta en ninguna fiesta de cumpleaños que se precie). Los menores, agua, por supuesto. Para poner la vela, una tarta de zanahoria (la receta en el post del viernes).
![]() |
La tortilla apareció después |
No pusimos nada de decoración pero lo que sí hicimos fue despejar el salón para que los chavales tuvieran espacio para moverse y nosotros nos sentamos en el suelo a jugar con ellos. La "merienda" empezó sobre las 15:00 (más una comida-merienda que una comida pero hay que adaptarse a los horarios infantiles). Lo pasamos bien. Luego salimos un rato a los columpios y cuando ya refrescaba demasiado fuimos a un bar de
Sobre las 20:00 terminó la fiesta, los otros dos niños cayeron rendidos sobre las 21:00. M. resistió hasta las 22:00 pero también fue fulminante. Sé que no se va acordar cuando sea mayor, pero que nos quiten lo bailao.
El primer cumple es el primer cumple, hay que celebrarlo sí o sí. Yo me volví loca total jajaja pero estábamos enfermitos (sí los 3, primero leoncito y luego nos contagió a nosotros) y fue un poco extraño jeje
ResponderEliminar¡vaya! ¡Qué mala pata! Bueno, siempre quedará como anécdota para recordar jejeje
EliminarMe ha encantado esta comparación que haces de los cumples de antes y ahora. Y así nos haces recordar nuestros cumples y los de nuestros peques
ResponderEliminar¡Gracias! Intento recordar lo que me gustaba a mí para a ver si acierto, aunque sé que seguramente mis gustos no coincidan siempre con los suyos pero mientras no hable...jajaja
EliminarYo la verdad es que no me quise estresar con el primer cumple y sobre todo no quise estresarlo a el, que entonces no le gustaba mucho que viniera gente a casa y con otros niños no jugaba. Así que lo celebramos en plan intimo. Si su cumple fuera ahora con 15 meses se lo pasaría pipa con mas gente y mas niños, porque ahora le encanta!
ResponderEliminarAhora que va a cumplir los 2, creo que repetiremos la jugada. Lo que les importa al final no es tanto la decoración como estar con la gente que les quiere…¡y comer cosas ricas!
Eliminar